Sant Joan, este domingo, y la víspera de Sant Joan, la noche anterior, es más conocida como la fiesta del fuego: hogueras, fuegos artificiales, correfocs, y antorchas solemnes encendidas de una llama que nunca se apaga.
Coincide estrechamente con el Solsticio de Verano o Noche de San Juan, celebrado en todo el mundo y durante miles de años con llamas para iniciar una nueva estación, simbolizando pureza y limpieza.
Las hogueras, o “fogueras”, se encienden en toda la ciudad (en áreas cerradas y seguras), así como en la playa, reuniendo multitudes a su alrededor.Eventos tienen lugar en plazas, a menudo con la participación de “correfocs” o “corredores de fuegos artificiales”, personas vestidas como demonios blandiendo antorchas que arrojan fuegos artificiales y chispas.
Una ocasión más solemne llega antes, antes de que se ponga el sol, la Flama de Canigó, una llama que no se apaga nunca – se mantiene encendida todo el año en Perpignan, en la frontera con Francia.
El 22 de junio, se lleva a la cima del macizo de Canigó – luego, a medianoche, comienza el viaje y se distribuye por toda Cataluña.
Este ritual, inspirado en un poema del mismo nombre, fue iniciado a mediados de los años 50 por Francesc Pujades. A pesar de la dictadura, se extendió y sobrevivió como símbolo de la resistencia de la cultura catalana. En la capital catalana, el fuego se recibe solemnemente en la Plaça de Sant Jaume, frente al Ayuntamiento.
Fuera de la capital, una versión de las fogueras de Sant Joan son falles, que en Cataluña se refiere a una tradición montañesa que consiste en celebrar un desfile vestido con trajes típicos y llevar un tronco encendido al hombro y añadirlo a una pira.
Agua, hierbas y alimentos. Tres símbolos marcan la importancia de la fiesta así como el fuego: el agua y las hierbas también juegan un papel importante. El agua simboliza la curación, llevando a muchos a bañarse en el mar. Las hierbas, mientras tanto, están para el remedio, y algunos demandan que en esta noche, sus características son incluso más fuertes.
Coca de Sant Joan, un pan dulce que es una tradición comer antes de la fiesta, hecho con crema, nueces, o fruta confitada.